Con “Banderes per daltònics”, Mazoni recupera el molde original, aquél del que extrajo himnos como “No tinc temps” o “Eufòria”. Después de un silencio discográfico de cuatro años, Jaume Pla ha reconectado de lleno con el espíritu de los inicios, la idea romántica de hacer canciones por gusto, por instinto. La vitalidad, las melodías instantáneas vuelven al centro de operaciones del compositor ampurdanés, que abraza el pop en su acepción más exquisita. El objetivo final era recuperar las sensaciones de sus inicios sin renunciar al preciosismo y al detalle. Tomarse tiempo para que cada decisión fuese la adecuada. Jugar en casa pero exhibir la mejor versión posible de uno mismo. Y esto se traduce en una serie de estribillos directos e instantáneos (“Un racó de pau per cadascú”, “Ja no em lliguen les cadenes”), arreglos de orfebrería pop (“Fe dins la tristesa”), momentos de recogimiento acústico (“Cançó trista”) y escapadas hacia el rock’n’roll más libre (“La cuina està tancada”). Pop de la mejor factura que se entreteje con una escritura precisa, que nos recuerda que Jaume Pla es una de las mejores plumas de nuestra escena musical. Si te gusta el Mazoni de toda la vida, éste es un disco 100% Mazoni. Y si aún no conoces a Mazoni, este es eldisco que 100% tienes que escuchar.