El compositor catalán Mestres Quadreny ha sido un pionero mundial a la hora de introducir técnicas computacionales a la composición musical y de experimentar las relaciones entre la materia sonora y las artes plásticas.
Las Sonades a Ramon Llull son música electroacústica, en el sentido que no es ejecutable con
instrumentos acústicos y que debe ser escuchada necesariamente a través de los altavoces. Aunque
estas cuatro piezas tienen una sonoridad que recuerda la orquesta sinfónica en la construcción, no
ha intervenido ningún instrumento convencional, ya que todo ha sido realizado con los recursos del
ordenador utilizando básicamente, tanto para la composición como para la obtención de sonidos, el
programa Max MSP, con la contribución de algunos programas convencionales destinados a música.