Corredores de fondo en juegos de invierno, eso son COPO. Vuelven al campo de batalla, haciendo cierta la máxima de que el que resiste, gana. No solo el que resiste, sino el que, además, evoluciona, aprende, avanza paso a paso. Madura. Han pasado ya siete años desde que aquel “Laberintos de hielo” empezara a circular (y no, no busquen en discografías ni en biografías autorizadas: es joya oculta e incunable). Después vendría el resto de discografía (esta
sí) autorizada. Y ahora ve la luz, por fin, esta nueva arenga de los de Canals (Valencia): “Todos a la guerra”.
Mezclado en el Puerto de Santa María (Cádiz) por el mago Paco Loco, el álbum resulta denso y ligero; rotundo y delicioso. Antonio Requena, voz y guitarra, ha sacado sus demonios y la banda ha sabido arroparlos. Estribillos brillantes, desarrollos que saltan con soltura de la calma a la pasión con capas y capas de filigranas sonoras. Canciones, en definitiva, que es de esto de lo que se trata, que calan a la primera, que llegan. El germen ya estaba, ha ido dejando muestras sublimes en la trayectoria de la banda, pero en “Todos a la guerra” el salto es abismal: COPO entra ya y por derecho propio en una nueva liga. Para quienes ya los conocían, no pongan esa cara: sí, son
COPO. Para quienes los van a descubrir con este nuevo disco, enhorabuena y bienvenidos!
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