Guache & Loma han dado un gran salto en este disco. Han pasado del grito al sugerente susurro; de la oscuridad, la dispersión, la locura, el arrebato, el existencialismo y el expresionismo trágico del anterior, a la mayor concentración de éste, con un tono más sereno, aunque de una interioridad enfebrecida, cuya clave está entre la espiritualidad y la metafísica.
Desde un despojamiento próximo a la vanguardia minimalista, estos electropoemas son variaciones, que van complementándose, sobre experiencias inefables: “nos sitúan fuera de las coordenadas habituales de la realidad cotidiana”. Poema y música crean unas piezas atemporales, misteriosas, envolventes, hipnóticas, cósmicas; fruto de exploraciones psíquicas, de estados de éxtasis; traspasando barreras, adentrándose en territorios no explorados para llegar a lo más profundo del ser interior. La voz crepuscular y antigua del poeta queda maravillosamente integrada en los arcanos de la música, alumbrando una joya de misticismo (recordemos la definición de Kant: “Un paso emprendido […] más allá de los límites de la razón humana”), psicodelia y conexión con lo extra-terrenal. Son manifestaciones del alma (Humphry Osmond), proyecciones del mundo interior de la psique, vivencias asombradas en el exilio del mundo. Exilio en busca del enigma.