Pionero, inquieto, talentoso e inconformista. Son algunos de los adjetivos que han acompañado al músico Jordi Mollina (Blanes, 1962) a lo largo de más de treinta años de reconocida carrera. Ahora se ha decidido a impulsar un nuevo proyecto que considera necesario, tanto a nivel artístico como a nivel vital, 'dado que no existe en el panorama musical catalán', afirma. 'Una producción en la que el sonido instrumental de una tenora lidera un conjunto de músicos de alto nivel con clara voluntad de conseguir una importante penetración social en la línea de lo que ya ha pasado -y afortunadamente todavía pasa - en realidades culturales singulares como Galicia o Euskadi '.
El proyecto toma el título de uno de los cuadros más representativos de Antoni Tàpies, una de las inspiraciones de Molina, que se ha sumergido en una producción planteada 'como un proceso creativo integral que recoge buena parte del aprendizaje que he logrado '. Lo hace con la certeza de que público y mercado sabrán ver en esta "Matèria del temps" (“Materia del tiempo”) una oportunidad de conocer -a veces reconocer- un sonido que es el de un territorio singular, en constante evolución y ebullición. Música de autoría propia que es de raíz pero que mezcla lenguajes e influencias: de lo más tradicional a lo más innovador. De la improvisación y el jazz, pasando por el canto de estil y la habanera.
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