Precursor de lo que se ha dado en llamar músicas del mundo, profundo renovador de la tradición brasileña, estrella de renombre internacional, máximo exponente de la colorida revolución cultural Tropicalista, activista de los derechos humanos, explorador incansable de los caminos del jazz, la salsa, el reggae y el rock e incluso ministro de cultura en el ejecutivo de ... es, desde hace ya cuarenta años, una de las figuras más polifacéticas, interesantes y creativas de la escena artística brasileña. Además de ser también uno de sus representantes más admirados tanto dentro como fuera de las fronteras de su país. Por muchos motivos, reencontrarse con una obra de supone una inmensa satisfacción para cualquiera interesado tanto en los misterios de la MPB como en una concepción rica y libre del pop. Más aún si se trata de un disco como (publicado originalmente en 1998) escasamente distribuido a nivel internacional hasta la fecha y, por lo tanto, poco conocido entre los muchos seguidores del de Salvador de Bahia. El disco fue publicado por el pequeño sello en lo que supuso un retorno momentáneo y voluntario a la independencia después de años de grabar para grandes multinacionales. Liberado de opresiones comerciales, se rodeó de una impresionante banda de acompañamiento de la que formaron parte nada más y nada menos que el legendario percusionista indio , la estrella noruega del jazz de vanguardia y los excepcionales instrumentistas brasileños y . Junto a ellos, ensambló una colección de canciones que, aunque incluían las osadas exploraciones sonoras tan propias de él como en el caso del tema en el que sienta las bases de un nuevo hip-hop, tienen en la tradición brasileña su principal fuente de inspiración. Así, a lo largo y ancho de , predominan los ritmos y estilos del nordeste del Brasil su región de origen. Aquí y allá despuntan la viveza y vitalidad del xote, el coco, el xaxado o el olodum con toda su carga de raíces africanas. Géneros populares, pedidos en préstamo a la tradición que entronca, con la naturalidad que sólo el sabe imprimir a sus creaciones, con el funk o el ska. no es un divertimento de estrella. Al contrario, es una de sus obras más logradas y atractivas de los últimos años. Un disco que añadir al capítulo, ya abultado, de grandes logros de este maestro de la música brasileña.