Enric Casasses describe la poesía como el arte de la palabra, con ruido y entonación, con gesto y actitud, donde el papel es tan sólo la partitura. Una expresión que a lo largo de su trayectoria se ha avenido con frecuencia con la música, en colaboraciones como la que mantiene con Don Simon y Telefunken. Este tándem lanza su último trabajo, "Orbiten", una combinación cósmica de poesía y pop electrizante, con 20 textos poéticos musicados.
Este disco es una mezcla explosiva, un Big Bang de sensaciones que hay que escuchar una manta de veces, porque entrar es descubrir el universo divertido de la libertad, la rima consonante de la fauna casassiana, el corazón de una danza que se esparce hasta donde las musas nos hacen callar y se despiertan los autómatas, donde las cabras metafísicas cuentan al pastor y el extraño nos abraza.
No sabemos si Casasses, Don Simon y Telefunken podrán ayudarnos a interpretar las ondas gravitacionales, pero tenemos la certeza de que las órbitas que nos proponen en este viaje cósmico expanden los universos de la palabra esclava de la libertad, es decir, del verso y el ritmo que acosan "lo que huye".