Desde su primer trabajo con Stay Blues y su primer disco en solitario “Tracks” pasando por “Paul´s Moods”, “Single” junto al baterista francés Romain Gratalon y llegar finalmente a “A French Session”. Paul San Martín forma parte de ese elenco de músicos de formación clásica que conocen la trascendencia de la música negra en general y el Blues en particular dedicándose a profundizar, investigar y finalmente cultivar dicha tradición musical a través de los años con una maestría poco habitual gracias a la cual se ha convertido en referente obligado como pianista y cantante a lo largo de todo el circuito estatal.
Una producción fruto de años de carretera e innumerables colaboraciones con grandes artistas, giras y participaciones en numerosos trabajos discográficos, pero sobre todo un trabajo hecho desde la madurez musical y el talento de este pianista y cantante donostiarra. Grabado en dos sesiones en riguroso directo en los estudios Big Spoon Records propiedad del contrabajista Abdell B. Bop quien junto al baterista Romain Gratalon configuran el proyecto en formato de trío además de las colaboraciones de Tejerizo Sylvain al saxo y el guitarrísta tejano Chris Ruest.
“A French Session” es un disco fundamentalmente orgánico y honesto que cuenta con todos los ingredientes y tesituras necesarios para convertirse en todo un manual de piano Blues con una reseñable influencia de la música de Nueva Orleans. Tal vez el periplo por el circuito francés de Paul a lo largo de los años sea responsable no solamente de su estilo único a la hora de tocar sino que se haga patente dicha influencia desde el comienzo con “What Can I Do” con la colaboración de Tejerizo Sylvain al saxo y el clásico “New Early In The Morning” de Sonny Boy Williamson I en clave de shuffle ambos con innegable acento de Louisiana para después transitar por el Boogie Woogie en “Got to Get to My Baby” con la firma del pianista de Misisipi, Sunnyland Slim. Visitamos de nuevo el barrio francés con una magnífica interpretación del clásico “Tipitinas” del gran Professor Longhair. En “Bumble Boogie” Paul rinde tributo al pianista norteamericano Jack Fina y su recreación de la pieza clásica del compositor Nikolái Rimski-Kórsakov. “Too many dirty dishes” de Albert Collins nos traslada a los terrenos del slow Blues, donde Paul despliega todo su potencial como vocalista. La banda vuelve al shuffle en “This Little Voice” de Earl Hooker con la colaboración del magnífico guitarrísta tejano Chris Ruest. Cierra en disco el clásico “Hey Pocky A-Way”
Paul San Martin con “A French Session” nos propone un viaje a lo largo y ancho de la historia del piano de Blues desde una perspectiva con acento francés tomada desde los dos lados del Atlántico. Por un lado, las experiencias vividas durante interminables noches en la Caveau de la Huchette de París y por otro, el amor por la música eterna de Nueva Orleans ejecutada desde la maestría y la madurez de un artista que no obvia ninguna influencia adicional dentro del género a la hora de expresarse y que es ya, por derecho propio, todo un referente para muchos.