El cantautor valenciano Xavier de Bétera comenzó de pequeño a iniciarse en los secretos del canto valenciano, tal vez arrastrado por la inercia genética -su abuelo era sobrino de Joan Casanoves el Xiquet de Bétera -, tal vez condicionado por haber nacido en un pueblo que lleva el canto en la sangre. Fuera como fuera, en pocos años y con los maestros Vicent Izquierdo Naiet de Bétera, Xavier se convirtió en la punta de lanza de una nueva y luminosa generación de cantadores que aseguraban la pervivencia de un patrimonio tan valioso -ya menudo tan ignorado por una sociedad amnèsica- durante varias décadas más.
Ahora, después de veinte años de calles y escenarios y de haber sido el primer profesor de canto valenciano en el conservatorio, Xavier da una voltereta artístico y acomete un nuevo reto en su trayectoria: abandonar momentáneamente el terreno seguro, bien afianzado por la tradición, del canto de estilo y los amaneceres, para adentrarse por las cartografías dudosas del folk contemporáneo, ese género de contornos difuminados que toma la música tradicional como barro primigenio del proceso creativo, una masa arcillosa que hay que amasar, moldear y cobre sin que pierda el olor del terruño.
Xavier se carea a la partida que se le plantea con una mano de cartas inapelablemente ganadora: en primer lugar, un repertorio cuidadosamente elegido donde no abundan los lugares comunes y donde los textos, cuando se ha procedido, han sido completamente renovados; en segundo, el sabio guiaje de Paco Lucas y Néstor Mont, directores musical de la propuesta y autores de unos arreglos policromos y expansivos; en tercero, una nómina de colaboradores sencillamente abrumadora donde encontramos algunos de los nombres más significados del folk peninsular -Kepa Junkera, Eliseo Parra, Vanesa Muela, Pep Gimeno Botifarra, Carlos Beceiro, Efrén López ... -; y, finalmente y sobre todo, una voz prodigiosa que se mueve entre huellas antiguas y modernas, armada de talento y de intuición, en seguimiento de su camino.
Josep Vicent Frechina